jueves, 17 de noviembre de 2011

Política y derechos de los bebés: ¿lograrán re-conciliarse algún día?

Llevamos oyendo mucho tiempo que la política está cada vez más alejada del ciudadano. Que la clase política actual ha perdido la conexión (si algún día la hubo) con las personas a las que representa. Que somos números, estadísticas, ratios, etc. En el debate electoral se habló de pasada de la conciliación, casi como un trámite por el que había que pasar, un formulismo, y del que había prisa por salir. Fue muy evidente: estaban los dos de acuerdo.

Hoy he sido testigo/partícipe de esta desconexión tan manifiesta. El hijo de 20 meses de una amiga estaba enfermo. Tanto su madre como su padre trabajan, y lo llevan a una guardería. No tienen más remedio que trabajar los dos, y para ella (sé que para él también, pero su angustia la viví en cada reunión que teníamos) no fue plato de buen gusto tener que separarse de su bebé. Dado que estando enfermo no querían llevarlo a la guardería, recurrieron a mi (que vivo cerca) para que lo cuidara esta mañana.

He sido testigo de cómo sufre una madre cuando tiene que separarse de su hijo enfermo. He sido testigo de cómo este niño ha sufrido con la separación de su madre. Y, dado que yo también soy madre, he sufrido por los dos, porque cuando una se convierte en madre, no puede evitar tener un grado de empatía con otras madres y niños que roza lo irracional. Y por supuesto creo que no es necesario que reseñe que me he quedado con él encantada.

Por eso me pregunto:
¿Qué clase de presión existe en el mundo empresarial para que una madre o un padre no puedan quedarse con su hijo cuando está enfermo? ¿Cómo es posible que teniendo en cada convenio colectivo  días para asuntos particulares (en unos más que otros), nos atemorice solicitar su uso a nuestros jefes? ¿Cómo es posible que esta sociedad occidental tan "avanzada" se esté dejando atrás a los niños, su bienestar, sus derechos? ¿Cómo es posible que todos los partidos políticos que tienen representación en el Congreso, aboguen por la escolarización (institucionalización) prácticamente desde el nacimiento? ¿Qué clase de políticos (que son padres, que han sido niños) nos "representan", que olvidan lo que un bebé/niño puede llegar a sufrir? ¿Cómo es posible que los partidos políticos hayan perdido la total conexión con el mundo real, con los problemas cotidianos de los ciudadanos, con el sufrimiento de los niños y sus padres?

Todo esto tiene que cambiar, no tiene más remedio que cambiar. Tiene que llegar el día en el que la política esté al servicio del ciudadano y no al revés. Y ojalá lo vean mis hijos.

6 comentarios:

  1. Los que ahora mismo están en el poder debieron tener muchas carencias (afectivas) de niños para comportarse como lo hacen, estoy segura.
    Lo único que les interesa es su enriquecimiento y mayor poder, para ello que mejor que tener exclavizada a toda la sociedad y empezar desde que nacemos negando lo que necesitamos para así hacer personas frías e insensibles en un futuero.

    Esto tiene que cambiar YA.

    Un abrazo

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  2. ¡Gracias Carol, acabas de "inaugurar" mi blog con el primer comentario! Y respecto a lo de que si tuvieron carencias afectivas, es obvio que muchos sí, pero probablemente a otros lo que les mueva sea la filosofía del "tanto tienes, tanto vales".

    Un abrazo.

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  3. Elena felicidades por tu primera entrada (acabo de inaugurar mi blog y empezar es una proeza! te voy siguiendo! sobre lo que comentas es lamentable que haya padres tan sometidos a sus jefes y a sus trabajos para tener que anteponerlo al bienestar de sus pequeños. Esta sociedad anti-conciliación nos está haciendo volvernos cobardes y miedosos ante una necesidad más que evidente. Es fácil decirlo sin estar en sus zapatos...pero el cambio empieza porque no nos dejemos someter de esta manera y porque nos plantemos ante los adultos que han olvidado que los niños siguen existiendo y que necesitan de nuestros cuidados. Da miedo cuando la situación es la que es..pero hay que plantarse, si no...esto no va a cambiar nunca. :(

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  4. Gracias Gemma y bienvenida! Desde luego comparto contigo el que la sociedad en que vivimos es ant-conciliación. Pero quiero puntualizar que aunque los padres se atemoricen del jefe, no anteponen el trabajo a su hijo, lo que les hace someterse, es precisamente el temor a perder el trabajo. En este caso (y en muchos otros, que he vivido de cerca), no hay opción posible: si me permito "rebelarme", quizás pierda el trabajo y entonces mi hijo sí que tendrá realmente problemas. Así de claro y así de simple. En mi familia tenemos que hacer malabares con el tema económico por haber decidido criar a nuestro hijo en casa. Pero no me quejo, porque al fin y al cabo, "podemos" hacer malabares. Otros, como en este caso, no tienen esa suerte. Un abrazo.

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  5. Hola guapa!
    He descubierto tu blog a través de Bebes y Más y por aquí me tendrás a partir de ahora. Veo que acabas de incorporarte a este bonito mundo de la blogosfera maternal, ¡bienvenida!.
    Somos muchas madres las que tenemos blogs y nos gusta compartir nuestras experiencias con otras mamás así que ¡un placer conocerte!

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  6. Gracias Silvia! Hacía tiempo que quería hacerlo y por fin me he decidido. Y también te sigo ahora a ti.

    ¡Un beso!

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